En el año 2018 como conmemoración del centenario de la creación de la Residencia de Paisajistas del Paular y dentro del Curso de Pintores Pensionados del Paisaje organizado por la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce, se recuperó, compartida con Segovia, parte de la estancia de los pintores en el entorno del Real Monasterio de El Paular donde tuvo su origen la Beca (Creada por el Real Decreto ,como Escuela de Paisaje de El Paular, el 22 de Febrero de 1.918, dentro de la Cátedra de Paisaje que la Academia de Bellas Artes de San Fernando instauró en 1845 como parte de la enseñanza oficial de sus programas pedagógicos en arte) En el año 2019 se ha institucionalizado definitivamente esta convivencia mixta en el histórico paisaje urbano de la ciudad de Segovia y el paisaje natural de la Sierra de Guadarrama. Esto no hubiera sido posible sin la perseverancia y buen hacer de la Academia de Historia y Arte de San Quirce, que ha evitado su desaparición desde la postguerra hasta nuestros días, pues desde 1953 y hasta 1980, la organización de este curso le fue encomendada por la Dirección General de Bellas Artes a un Patronato formado por miembros del Instituto de Estudios Históricos Diego de Colmenares, heredero de la Universidad Popular y antecedente inmediato de la actual Academia, que la organiza desde 1996 con el patrocinio de la Junta de Castilla y León, la Excma. Diputación Provincial de Segovia, el Ilmo. Ayuntamiento de Segovia y la Caja de Ahorros de Segovia. Se recupera, así,  la finalidad de que los artistas becados recreen con sus pinceles “las bellezas y sanas maravillas de la Naturaleza”, pues, el Valle del Paular, en pleno corazón del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, constituye escenario idóneo para tal fin. Naturaleza y cultura se fusionan aquí en armonía, para formar un paisaje único, resultado de la interacción vital de sus moradores, naturalistas y científicos con la riqueza ecológica que contiene. Siendo el Monasterio de Santa María de El Paular y su entorno inmediato, el mayor exponente de los valores manifestados, resulta, cuando menos enriquecedor, extender el espectro paisajístico, donde buscar inspiración, para los participantes en la Beca de Pintores Pensionados del Paisaje. Al tiempo que conecta con el  pasado histórico y el patrimonio artístico y cultural del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, del que Segovia, sede de la beca, forma parte. 

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